6 posturas de yoga para calmar tu ansiedad
Uttanasana para una mente fresca y relajada
- Con los pies paralelos y abiertos al ancho de tus caderas, inhala y eleva los brazos por encima de la cabeza.
- Al exhalar, flexiónate desde la cadera, con el abdomen contraído, y lleva las manos a los lados de los pies o por detrás de los tobillos.
- Relaja el cuello, deja que la cabeza cuelgue hacia tus pies y mantén el pecho lo más cerca que puedas de las piernas.
- Mantén las rodillas estiradas o flexiónalas de manera que tu frente permanezca en contacto con las piernas.
- Permanece 30-60 segundos en la postura y verás cómo al salir de ella sientes tu mente fresca y relajada.
La sencilla secuencia que te proponemos se centra en flexiones hacia delante, que relajan el sistema nervioso y disminuyen la actividad mental, y en aperturas de pecho que aumentan la sensación de confianza en uno mismo y en la vida.
Acude a ellas cada vez que lo necesites y deja salir, sin juzgarte, aquellas emociones que necesitas liberar para volver a tu equilibrio.
Una buena manera de evitar que estas situaciones afecten a nuestra salud es integrar en el día a día la práctica de yoga, una milenaria disciplina que nos ayuda a liberar tensiones y a purificar nuestro organismo, además de estabilizar la mente y cultivar los pensamientos positivos.
El yoga es especialmente útil para mantener, recuperar y aumentar la salud física en todos los sentidos. Por un lado, ayuda a contrarrestar en nuestro cuerpo los efectos de la ansiedad y el estrés, pues su práctica libera tensiones físicas. Por otro, aumenta la conciencia corporal, otorgándonos la capacidad de identificar esas tensiones antes de que se vuelvan crónicas.
Cuando practicamos yoga aumenta la actividad en ciertas áreas del cerebro responsables de las emociones positivas y disminuye en las relacionadas con la ansiedad y la tensión (concretamente, en la amígdala).
Cuando practicamos yoga, nuestra atención se centra en el momento presente, en coordinar la respiración y el movimiento y en tomar conciencia de las sensaciones físicas que van surgiendo. En otras palabras, mientras ejecutamos una postura de yoga pensamos menos y eso conduce, sin lugar a dudas, a un agradable estado de paz interior.
El yoga mejora la vida de quienes lo practican, pues no solo ayuda a desarrollar la coordinación, la flexibilidad, la resistencia y el equilibrio sino que calma la mente, lo que lleva a un estado emocional más fuerte y estable. Con una práctica consciente y constante tendrás más conciencia de tus emociones y podrás gestionarlas más positivamente.
Acude a ellas cada vez que lo necesites y deja salir, sin juzgarte, aquellas emociones que necesitas liberar para volver a tu equilibrio.
4 buenas razones por las que el yoga a diario te relaja
¿ Quién no se ha sentido abrumado, en algún momento de la vida, por el trabajo, las cargas familiares, los horarios imposibles...? El ritmo frenético que llevamos provoca a menudo que vivamos en un estado de tensión poco saludable y, como resultado, padezcamos problemas de ansiedad y estrés.Una buena manera de evitar que estas situaciones afecten a nuestra salud es integrar en el día a día la práctica de yoga, una milenaria disciplina que nos ayuda a liberar tensiones y a purificar nuestro organismo, además de estabilizar la mente y cultivar los pensamientos positivos.
Reduce la tensión muscular
Uno de los síntomas más comunes del exceso de ansiedad es la tensión muscular que, a la larga, termina desgastando el sistema nervioso y, en consecuencia, aparecen la fatiga, los dolores de cabeza, el insomnio…El yoga es especialmente útil para mantener, recuperar y aumentar la salud física en todos los sentidos. Por un lado, ayuda a contrarrestar en nuestro cuerpo los efectos de la ansiedad y el estrés, pues su práctica libera tensiones físicas. Por otro, aumenta la conciencia corporal, otorgándonos la capacidad de identificar esas tensiones antes de que se vuelvan crónicas.
Estimula la generación de endorfinas
La práctica de yoga estimula la generación de endorfinas, sustancias naturalmente producidas por el cerebro que provocan sensación de bienestar y placer. La liberación de estas "hormonas de la felicidad" se debe a la combinación de la meditación, la respiración y las posturas o asanas.Cuando practicamos yoga aumenta la actividad en ciertas áreas del cerebro responsables de las emociones positivas y disminuye en las relacionadas con la ansiedad y la tensión (concretamente, en la amígdala).
Te mantiene presente
Nuestra mente es capaz de procesar más de 64.000 pensamientos por minuto. Muchísimos, ¿verdad? Esta vertiginosa actividad mental supone la mayor inteligencia del reino animal, pero también es la responsable de muchos males de nuestra sociedad, entre ellos, la ansiedad.Cuando practicamos yoga, nuestra atención se centra en el momento presente, en coordinar la respiración y el movimiento y en tomar conciencia de las sensaciones físicas que van surgiendo. En otras palabras, mientras ejecutamos una postura de yoga pensamos menos y eso conduce, sin lugar a dudas, a un agradable estado de paz interior.
Te conecta con tu lado más espiritual
Una práctica de yoga meditativa y consciente favorece el silencio interno y nos conecta con nuestra esencia, proporcionándonos armonía mental y emocional, pero también espiritual. Es una herramienta efectiva para encontrar el sentido de nuestra vida y a nosotros mismos.El yoga mejora la vida de quienes lo practican, pues no solo ayuda a desarrollar la coordinación, la flexibilidad, la resistencia y el equilibrio sino que calma la mente, lo que lleva a un estado emocional más fuerte y estable. Con una práctica consciente y constante tendrás más conciencia de tus emociones y podrás gestionarlas más positivamente.
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